"La resistencia se organiza en todas las formas puras"
Tristán Tzara
Vengo. Me voy. Llego. Dónde estás? No te encuentro. Vuelvo a irme. No te busco, tú no has sabido encontrarme. Te añoro, me alejo. Oí decir a alguien que así era más fácil superar la distancia. Cuanto más lejos, más unida me siento, será así siempre. Salgo. No quiero entrar y te pido que te vayas para no verte cuando vuelvas. Pero no lo consigo y soy yo la que, como siempre, vuelve. Soy valiente para crear, para coger de la mano, para mirar con ojos vidriosos y para decir Adiós. Sin embargo no soy capaz de ser valiente cuando suspiro así, tan distraída. Hasta que el ambiente está muy cargado y me escabullo para respirar aire fresco que le de una oportunidad a mis pulmones y evitar que se mueran las mariposillas, pobres bichos, qué culpa tendrán. No me gustan los perdones, por todos es sabido. Prefiero que me insultes, que me grites o que me arañes para que tras el momento de agitación seas puro y de nuevo me beses porque ese será el beso más desnudo y sincero. O que me mandes a la mierda. Si también soy valiente para eso. Y me arriesgo. Porque no soy cordial ni diplomática a tu lado, soy valiente para ser sincera. Soy lo que ves, y aunque esconda cosas, jamás serán tan inciertas.
Vuelvo, y te he encontrado. Y me has convencido. Que no se nos olvide jamás, seamos quienes y cómo seamos.
Yo también veo esperanza en este post y ganas de no volver a ser engañada... otra vez? Es bueno que las cosas nos las digamos a la cara, sin intentar quedar bien. Es bueno liberarse, romper con todo y empezar de nuevo. Es la única manera. Todo lo que guardamos crece y no se olvida. Hay que volatizarlo todo. Hacer tabla rasa. Un saludo Yèssica. Y hasta la próxima. No te librarás de mí. Ja ja ja.
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