Tira de la cuerda que hará que la Tierra se convierta en una peonza y gire y gire y todo se desordene. Le fuerza centrífuga y centrípeta. Como cada vez que nos llevaban al Museu de la Ciència y al volver a casa nos pasábamos las horas muertas mirando la lavadora. Tira de la cuerda dando un tirón fuerte por el bien de la Humanidad. Y así todos encontraremos nuestro sitio, porque estos días he leído que nos sentimos un poco perdidos.
Yo he seguido esa cuerda desde hace años con la mirada, impasible al paso del tiempo e ilusionada con las caricias de la vida; contando los pétalos de una flor y descubriendo las gamas cromáticas de las acuarelas cuando las disuelves con orina, agua o cerveza. Bonitos paisajes crearon mis manos con ellas, mis pinceles pasaron a ser dedos y acariciaron y reprodujeron los cielos y las columnas corintias que un profesor de dibujo creyó que me servirían de inspiración. Y algún que otro rostro, siempre demacrado.
Hoy en día, la cuerda es de acrílico con matices metálicos, se expone en el caminito hacia el Lago Mývatn y creo que necesita una restauración.
Yo elegí voluntariamente estudiar esa cuerda, poseerla y ahorcarme con ella.
Tira de la cuerda y cuenta los minutos, los segundos y las visitas que me darás de margen hasta que llegue el momento. Un suspiro, Bob Dylan, la música del monstruito que vivía bajo mi cama y que adormecía mi mente a la hora de la siesta. El suspiro que esculpe las entrañas y que tú, amputado de ellas, intentas proyectar en un papel, en otra piedra, con un pincel. El suspiro que te impone con violencia lo que quiere que creas. Pero todo es creíble, y lo acabo aceptando (Estoy perdida). Me han convencido sus argumentos: navego a merced de sus vientos y respiro el aire que la angustia me deja libre mientras lo observo. El sexo es la fibra de la que se compone esa cuerda. Cómo me ponéis los artistas desdichados y los malditos.
Tiro yo misma de la cuerda oprimiendo mis ideas para que salgan disparadas por los poros como si mi cuerpo -y mi cuello- fuesen un tubo de dentífrico gigante de Oldenbourg. Quizá sea una manera exagerada de extraerlas, pero con la soga al cuello prometo que funciona. Creí que el pasado era pasado y de él podía deshacerme, pero es imposible. Permanecí inmóvil en la fantasía de una enamorada en su primera cita frente al Déjeuneur sur l'herbe durante mucho tiempo. Y de vez en cuando frecuentaba la Olimpia para contarle mis aventuras. Me miraba, y para mi eso era suficiente. Prefiero que me aten las muñecas y ponerme correa, si soy prisionera, al menos que también sea estético y erótico (sí, sí, eso ya es agua pasada). Es el pecado del siglo, y le odio y me rebelo dándole la razón. Y mientras alguien tira de la cuerda que me ahogue y lo derrumbe todo, me recreo con esta sensación de haber sabido siempre que este siglo tan sólo ha sido una excusa, de que estas lágrimas son parte de una performance, que tus ansias de destrozarlo todo ya las vivimos juntos mientras me atabas y mientras me decías en voz baja que no me pusiera vaqueros ajustados porque eran difíciles de quitar en pocos segundos, los que ahora me das de margen para quedarme completamente desnuda. En ambientes oscuros, días claros, atmósferas de humo o lluviosas. Pero de golpe descubrí la fragilidad y la volatilidad, viendo que mi ilusión de perfección se esfuma y la tuya permanece inalterable. Sí, así descubrí lo absurdo del dadaísmo. A mi el arte del Shibari me sirvió para comprender la manipulación artística y la sensación de placer que te proporciona el abandono seguro, incierto y prolongado de tu voluntad dejándola a merced de lo que otro te quiera explicar cuando te mece en el aire. Pero no volveré a hacerlo. Prefiero otro tipo de Arte. Soy más revolucionaria.
Estoy tirando de la cuerda y ahora que he envuelto mi cuerpo con ella, noto cómo ya no me asfixia. Incluso empieza a dar paso a otra concepción de las ideas. El sueño eterno del dolor como escapatoria del engaño -postmodernismo, qué vamos a hacerle-. Siento cómo te pierdo cuando me aprieto. Apretemos entonces y estiremos un poco más la cuerda porque llegaremos a buen puerto y la Humanidad necesita que le expliquen algo con sentido, como sea. Tira de la cuerda y cuenta los segundos, y aguántalos, porque, desgraciadamente, los momentos más intensos se desprecian mucho, últimamente. El suspiro, Bob Dylan, mientras el Mundo se tambalea por extrañas razones.
Vattimo que estás en mis cielos, te hablo de...:
"Los rasgos más notables del arte posmoderno son la valoración de las formas industriales y populares, el debilitamiento de las barreras entre géneros y el uso deliberado e insistente de la intertextualidad e intersexualidad, expresada frecuentemente mediante el collage o pastiche."
"(...) Las ideas de la postmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones."
Lo ves? La luz blanca es más pura si trabajas con esa calidad de imagen -aunque es cierto que Flickr les da nitidez de filtro-.
ResponderEliminarMe hubiese gustado a mi pintar a lo Pollock, aunque no haya entendido muy bien jamás ese ismo... y con los dedos, como el tal Pricasso ese que pinta con su miembro! Qué bueno! Me ha dado la risa al ver la web que me mandaste! Nada, que en el Arte Contemporáneo cabe todo, como muy bien criticas... Por cierto, ya que estoy pido turno para ir a ver Els Mistos, que no se ni por dónde andan. Un texto con muchas perpsectivas y ángulos, tantos, que tendré que leerlo muchas veces, jajaja. La posmodernidad, no? Has estado en Orsay? Esos cuadros están allá, no? (Oye, que en los viajes de fin de curso se aprenden muchas cosas eh???).
Releo. Petonets y, como siempre, me gusta la foto.
(Xavi, el de siempre)
Pero cómo puede ser que no hayáis subido aún a Horta a ver els Mistos??? Que están desde el '92!! Adjudicado!!! Quedada bloggera masiva para que conozcáis la part alta de la ciutat!!!! Hospital de Sant Pau -que és Patrimoni de l'Humanitat!-, el laberint -neoclàssic i parc més vell de la ciutat!-, Joan Brossa, l'Eixample, el Velòdrom... ai ai ai... no pot ser!!!! (es que se me cae la baba... adoro Barcelona!)
ResponderEliminarYo tampoco soy partidaria de Photoshop, creo y creeré siempre que la fotografía tiene que ser creativa -uso papel aún-, y la digital ofrece un mundo de posibilidades en cuanto a efectos de captura... pero bueno, yo ya sabes que soy creativa de proceso, para mi la obra es proceso, no el resultado del proceso, pero entiendo que la informática es herramienta y yo tampoco dejo de usarla. Pero necesitamos un meneo para poder separar a los creativos de los artistas -no les sacralizo, pero artista no es cualquiera-. Todos tenemos buenas ideas y sabemos mezclar colores, pero no todos son capaces de darle a una obra una culminación teórica. El capricho es arte, pero tiene una base racional como capricho... me explico? Warhol era caprichoso, el Pop Art lo fue, incluso Manet fue caprichoso, pero tenían una intención intelectual, no simplemente imaginativa o preciosista... Es fácil hacer obras atrayentes, pero difícil hacer que estas nazcan de una reflexión sobre la realidad o la vida, que para mí es la razón del arte y del artista. Y hoy estamos en crisis. Somos consumistas exacerbados. Nos desborda la creatividad pero creo que nos faltan valores, tanto siendo Arte, como amantes, como transeúntes de este siglo... necesitamos un meneo.
Yo no pienso ponerme pitillos. He dicho! No pienso seguir una moda estúpida. Nadie se da cuenta de que es un invento de las clínicas de estética para que de las piernas oprimidas aparezca celulitis y ellos poder hacer así liposucciones? jajajaja. Y de que se han puesto de moda para darle mercado a las botas de amazonas? -repelente, lo se, soy repelente-.
Y la cuerda es una bufanda de colorines... un cuerpo desnudo y frágil dejado a su suerte en el frío del siglo y únicamente arropado por una bufanda colorista como las modas, que le ahoga y de la que no puede prescindir porque es lo único que lo viste... y que a la vez, lo convierte en delicado y erótico... y natural.
Gracias por darle al coco.
Bufff!!! Qué profundo. Leo lo que escribes tú, miro mi blog y me deprimo, Yèssica. Genial, otra vez.
ResponderEliminarYo también soy de los que pienso que el pasado nunca nos abandona y que la cuerda aprieta pero no ahoga.
A mí Olimpia me encanta. Un verano fui a Atenas y, de allí, hasta el Peloponeso. Hice la península de punta a punta, con Olimpia incluída, está clara. Creo que tú la utilizas como metáfora, igual que a veces se hace con Itaca.
En ese viaje pasé por Itaca y por Kefalonia, la isla con el azul más claro que he visto en mi vida. Era como un cuadro. Similar a los que pintabas? Me habría gustado verlos.
En lo que no coincidimos es en Bob Dylan. Me gusta, pero lo justo. Me falta química con él... quizás es de otra época. :)
Sí, la verdad es que nos hemos puesto muy repelentes... y hasta me sorprende! Pero para equilibrar esa "profundidad" me explayo con el flog... jajaja, o el space, que me divierte especialmente, soy de la vieja usanza... jejeje.
ResponderEliminarYo no he estado en Grecia aún. Pero caerá. La pena de estudiar Historia del Arte es esa... que te estresas al pensar todas las cosas que quieres conocer in situ... e intensamente. A ver si consigo que mi economía se ponga de acuerdo con mis ganas de ver mundo...
Qué va! Yo no pasé de los carboncillos y de las acuarelas! Mis papis pensaron que nos ayudaría la plástica, pero a mi llegó a agobiarme ese proceso. Era fácil crear cosas bonitas... pero vacías. Y tanto mi hermana como yo no frustramos porque sólo nos enseñaban técnicas, no expresión -hoy en día he entendido que es el primer paso, pero para las 2 fue tremendamente aburrido y preferimos dedicar nuestras tardes a jugar a fútbol... jajaja-. Luego pasé a desmenuzar diccionarios y a jugar con las palabras. Y luego me pasé al vídeo y a la diapo. Ahora aprendo a llevarme bien con la fotografía digital, jajaja, a ver qué sale de esto... sed crueles!
Por eso hablo del pasado. Por mi confusión entre lo aprendido artísticamente, lo aprendido históricamente, la teoría y cómo llevar todo eso a la práctica en el presente. Tanto en el amor, como en la creación, como en el siglo en el que nada perdura y en el que cada día te hacen creer que eres un poco más libre.
Oooohhhh... pues yo adoro "Blowing in the wind". Es otra de las más grandes...
A mi m'agrada molt el teu blog... i la sinceritat que hi llegeixo! (és molt valent parlar de com ets d'escrupulós, no ho creus?)
Potser sí. Jo sempre he estat molt obert i amb ganes de comunicar-me amb els altres. No ho sé. La penúltima foto publicada per tú també és d'una gran valentia... crec jo. Parlem.
ResponderEliminarYo sí he hecho la ruta de Horta pero en serio que no vi els Mistos! Hice la ruta modernista... pero me apunto a la excursión. Cuándo?
ResponderEliminarNo eres tan repelente, mujer...