jueves, 7 de febrero de 2008

Te minimizas y te exalto -el agua del grifo no quita la sed- (Bataglia tra Persiane e Spazzolini. Vinco io, Bcn, persa nella Storia)



Con la espalda recta y los dedos gordos de los pies doblados chupo los sellos y te los pego para que llegues pronto a tu destino. Quién sabe cuál será, esta casa tiene muchas habitaciones y como serpientes reptamos por ellas hasta encontrar la más cómoda para cada momento. La más iluminada, la más estrecha para provocar el roce, la más astuta y con más eco para poder sacar la cabeza por las esquinas y respirar. Cada vez, cada golpe, cada buzón. Cierro los ojos y te veneroo. 
Como en la cueva del Mito de a Caverna. Se abre la luz ancestral -entre los abismos, entre los huecos- y aparecen las siluetas. Es entonces cuando encojo los hombros y me tiembla el labio. Entre las negras nubes yo pongo los truenos y dibujo relámpagos fluorescentes al mover los brazos. Agujeros iluminados, pulidos por la fuerza. Cóncavos y convexos brillantes que absorben perezosamente la luz porque es difícil acostumbrarse a ella cuando abres completamente los ojos tras tenerlos cerrados. Cierro los ojos cuando siento placer, para hacerlo más intenso, como un acto reflejo para protegerme de su reflejo. Porque no puedo taparme la mirada con las manos, están muy atareadas escribiendo direcciones en la tuya. Y con voz ténue y violenta te voy dando pistas de mensajero. Para que llegues pronto porque no veas cómo te echo de menos.
Esa luz que se avalanza, a veces con dulzura, otras barroerament sobre los ángulos y los difumina porque con tanto movimiento, jamás están del todo descubiertos. Contemplo el espectáculo mordiéndome los dedos, en la madrugada esperada. En la que todo se transformará en blanco y me daré la vuelta corriendo para seguir en su penumbra y volver a empezar. Tapándome la cabeza con la manta para despreciarla y que la Noche no me abandone. Y bajar corriendo las persianas saltando por encima de la cama en slálom sin darme cuenta -y sin hacer que te des cuenta- de que ya es mediodía. Porque fuera hay sol: me tienta Sr.Invierno con preciosos días de chaqueta para que abandone esta habitación y coma la nieve que deja caer de sus manos. Me rebelo y alzo los puños haciéndome la despistada porque así, en el simulacro de noche, guardo el Sol suspirante, todito, para mí. Pobrecito Sr.Invierno, pobrecito porque ya no me hace pasar frío. Disfruto de estos momentos: me aderezo con pimienta, masco guindillas y me ato las muñecas para calmarme. Cánsame -le repito-. (Todo en un momento). Y me tumbo sobre la almohada y me retuerzo sobre ella trepando sus escaleras, siguiendo el resplandor. Y de golpe me doy cuenta de que he encontrado el epicentro. Y resoplando por el cansancio en su boca le robo la voluntad y las rotondas con estatuas.
Porque el sol se ríe de la noche, y de golpe, al hacerse de día, se descubre el Amor, como una venganza. Hoy prefiero que seas almohada, así el mediodía será más emocionante y tendremos más mala cara y nos reiremos avergonzados y odiándonos como siempre. Seguir las fluorescencias de mi piel hasta llegar a la guerra y combatir con tesón y coraje en esta que hoy deseo que sea una dura batalla sin muertos. Buscar las flechas en un cuerpo y sanar las heridas con cariño. Usar las flechas que te quito para volver a herirme y ofrecértelas para que sean clavadas y acabemos con el día de una puta vez. . 
Crece el Amor alimentándose de colores anaranjados y del mal aliento de una boca demasiado reseca. Los labios rotos, cortados y emblanquecidos. Pasos microscópicos, suavidad ascendente, agua del grifo que no calma la sed. Los pelos revueltos y las piernas enroscadas creando dibujos imposibles y pesados. Te minimizas y te exalto. Vuelvo a ser pequeñita sintiéndome grande, blanca y marrón, flexible y dolorida. Sólo me queda cantar y canto. Y jugar a hacer palmitas con tus pies mientras los beso y sonrío al descubrir cómo te molestan mis dientes . Y no te digo Te quiero porque no viene a cuento.
Creo que ahora ya sí es hora. Y abro la ventana y respiro. Y me lavo los dientes, descalza, mirando el cielo tras el cristal porque hace frío.

4 comentarios:

  1. Feas las fotos? Por Dios!!! Hoy he visto que te gustan las cosas fluorescentes: relámpagos y piel con el mismo adjetivo. Sigues sorprendiéndome día a día. Me encanta leerte... y que pongas puntos y aparte. Un beso.

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  2. Merci beaucoup... ti ringranzioooooooooooooooooooo... Je t'aime... mi sento come il fondatore... Ti aspetto cara Dulcinea!!! (grazie, grazie, grazie...)

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  3. Qué significa "barroerament"? Tia! Que el traductor me dice que no existe esa palabra!!!

    Te gustó el artículo? Mersi, mersi... voy a tenerte que regalar un jamón al final...

    Yo te miro el culo, no te preocupes, mujer...

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  4. Se hace de día... y yo siempre te leo de noche. Y como eres fluorescente no te puedo perder de vista. Te convierto en Diana. Buena puntería.

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