Korn Flakes y Nutella. (Via delle Colazione solitarie, tra cornetto e capuccino senza sorriso)

Grítame para que te siga, no te vayas enfadado. 

Que yo me quedo con ojos de galleta, contando las miguitas del pan que se tostaron sobre tu piel y la volviieron tan áspera.

Nenúfares blancos nacieron ayer con la humedad de una de té que me prometiste para hoy y quedan akees maduros en conserva de alguno de los súpers en los que robo para no perder tiempo al hacer la compra por si tienes hambre o te largas. 

Mis lagañas son copos de Korn Flakes chocolatados que muerden las manos a los piratas malos y se comen los relojes cuando ladran como un despertador. Y me vuelvo tan dulce que mi boca se convierte en expendedora de hidromiel cuando una túnica de sábanas me convierte en patricia con toga y sin lares a los que adorar en este hogar de ladrones.

De verdad que tiene arreglo. Tócame el hombro cuando esté despistada y úntame  con mantequilla. Por los lados, por los lapsus, por el hoy, el mañana y el Cuándo. Y recúbrelo luego por los labios con mermelada de fresa.  

Fatti sentire come voglia... cuando me buscas por las mañanas tras las noches serias, las bien vestidas y los tickets de restaurantes. Para dejarme en la estacada. Entre los papeles arrugados de los sugus de piña que algún día descubriremos si son los azules. Si yo no quiero ser la cobertura de fondant ni lo pegajoso del caramelo. Un cruasán pasado. Un terrón de azúcar sin puntas. Si yo nunca desayuno.

Quiéreme un poco, entre tu agenda y las noches sin diálogos. Te prometo que hay sitio entre mi pecho y mi espalda -el agujero que me deja sin cabeza-. Entre el ayer, el hoy que me divide y el futuro. Entre mi TRES y mi yo y las servilletas.

Me vicia el beso del que quiero deshacerme con otro beso. De saliva dulce como la que me dejas colgando de un Hasta Pronto sobre los numeritos del teléfono. Sobre 28 medialunas y 2 estrellas que tiemblan constantemente. Cuando dices que me echas de menos y te respondo que lo haces porque quieres y me quieres menos. Tras Interrogantes Gigantes, entre el Ahora y el Después sin saber qué pasará Mañana, entre el azucarero y la cafetera, las dudas sobre el tiempo, Dios, el amor, la Belleza y cuánto es sano desayunar pan blanco con Nutella.