En realidad no es nada tan importante. Un simple reflejo de nuestra inseguridad treintañera. El antiguo sueño de las abuelas de vernos casados con los niños con el cuello de la camisa bien almidonado. Quizá yo haya salido así porque a mis abuelas no les dio tiempo de meterme esas cosas en la cabeza -y a veces pienso que si vivieran estarían calvas de tirarse contínuamente de los pelos-. Y mamá es medio hippie: "Hija mía, no te cases jamás" -me dijo el otro día cuando le contaba una de mis tantas aventuras. Al contrario que mis abuelas que tenían un miedo terrible a todo lo que fuese nuevo, femenino y solitario, o con poca ropa.
Y si para mi es importante? Debe ser que últimamente me siento insegura. La edad, supongo, las crisis de edad y los hombres que puntúan a las mujeres. Hoy he ido al gimnasio a sudar y gritar dándole rodillazos a un saco de arena. Ni siquiera sé por qué. Y no me siento mejor, simplemente me duele una rodilla y me he amoratado aún más. La inseguridad de que te encasillen, de que te pregunten por qué llevas tanto tiempo con el mismo peinado, del "estás echando tripita" -anda que si tú supieras cómo debería tenerla ahora...-. Dicen que las mujeres siempre escriben sobre el amor. Será cierto? Será por inseguridad? Y te das cuenta de que no cambias de peinado porque te gusta, de que tienes esa tripita porque eres sincera con tu cuerpo y con tu forma de vivir y de que si no te maquillas es porque te gustas lo suficiente como para que no te importe no ser constantemente admirada. Y de que escribes lo que escribes porque confías y crees en tus capacidades y esa búsqueda que sabes que finalmente encontrarás. Porque Urano acudía cada noche para cubrir a Gea y hacer el amor con ella. Y son el origen, otro de tantos. Y a mi abuela, cuando estaba enferma, yo le leía la Teogonía y se la explicaba y sonreía porque la encontraba pornográfica. Y cambiaba de tema diciéndome que mi novio tenía cara de pobre mientras mi madre sonreía y yo me daba cuenta de que me gustaba pertenecer a esta generación. Aunque ella jamás entendería nada de lo que he vivido en mi vida y todo hubiese sido terriblemente importante e incluso inaceptable.
Pues debe serlo. Para no tener que poner excusas de abuelas. Y para no escribir sobre el amor porque la verdad es que no me apetece hacerlo por ser mujer. Sin máscaras ni colgándome prejuicios del sujetador. Porque mi madre me enseñó a hacer topless, el que odiaba mi abuela, porque era insegura. Y te convences de que puede ser que no tenga tanta importancia porque tú desde hace años no lees la Teogonía y vas camino de los 30. Y de que en el fondo te da un poquito igual lo que piensen los demás porque a ti no te han moldeado en nada más que en las manías de la mesa y en la fidelidad del respeto a las personas que quieres. Y tu experiencia te ha convertido en lo que hoy eres. Y por ello aceptas la ropa interior sexy de tu mami cada vez que te largas -deseando enseñarla en el baño de un aeropuerto porque no es cierto que las mujeres siempre escriban sobre el amor o sobre el lirismo del sexo-, tu edad y tu forma de vivir -que tan sólo cambiarás tú y por decisión propia-.
Como creía mi abuela. Como se negó a creer mi madre. Como todo lo que rechazo yo:
La inseguridad y la seguridad. Y un morado en mi rodilla derecha por querer deshacerme de ella. No, no es importante. Supongo. Al fin y al cabo, yo ya no tengo abuela.
Insegura tú? Ja. Por cierto, lo de "una chica que guste a tus amigos" (o algo así) me ha recordado a una frase de la recién estrenada 'Hellboy 2'. La chica le dice a él: "quieres gustarme a mí o necesitas gustar al mundo entero?". Pues eso.
ResponderEliminarSi a una persona le gusta otra, el resto del mundo puede decir misa! A quién no va a gustar esta maravilla de foto???
Un beso, 'cocinera'. Ja ja ja.