martes, 13 de septiembre de 2011

Cuando Depeche Mode deje de formar parte de todas las BSO ( a qualsiasi ora si ci ritorna a casa, purtroppo)


Con el calor, se diluyen las sonrisas a la misma velocidad con la que lo hacen los cubitos de una jarra de Agua de Valencia, muy bien servida, a medianoche. Tan líquidas y transparentes que te hacen perder el equilibrio en pausas irregulares, tras destrozarte la samarreta blanca e inmaculada que elegiste para estar mona pero discreta esa noche. Y tu copa se convierte en lágrima. Y tu disfraz, tu prisión sin balcón en el que te cantan serenatas de esas que escuchas asomándote en bragas y despeinada tras un largo día de noviazgo que por fin culmina estrepitosamente.

Dicen que el sol sempre saldrá mañana, aunque tengas los ojitos rojos como amapolas, los pies destrozados por los tropezones de noche y el asqueroso dolor de cabeza de tantas carcajadas con sabor a deliciosa naranjada.Yo solía tararear un nombre al despertarme, por suerte o por desgracia, y siempre siempre siempre, me reconcomía el sentimiento de culpa más exagerado. Eran los tiempos en los que La Locura del Bicho, como un amor de verano, me despertaba justo cuando un despertador de marca alemana, me recordaba lo cara que me había salido la noche y comenzaba a elocubrar cómo demonios volvería a casa.

Supongo que las despedidas serán cada día más amargas todos los días despues de mi vida, cada vez que por cojones tenga que recordar el jodido Adiós que con los años ya está entristeciendo. Algún día, quién lo sabe. Algún día.

Cuando nos abandonen las noches de verano y los Depeche Mode dejen de formar parte de todas las bandas sonoras. Y Sr.Otoño nos eche de las terrazas de mala manera explicándonos sus historietas de la guerra mientras nos hacemos los despistados para que no nos vean cogidos de la mano, por si acaso. Octubre matará las mañanas de Julio. Y celebraremos el luto recogiéndonos el pelo con las cintas que cuelgan de las farolas de los pueblos que ya saborearon las fiestas populares y cierran de golpe todas las persianas.

Acabó el día con un suave lluvia. No recuerdo muy bien si volví a empaparme los bajos de los pantalones. Pero era fresca. Por qué coño me vestiría de blanco esa noche...

En las puertas de los baños de los bares que cierran más tarde se escribe prosa y apenas hay poesía -porque cuando llega la mañana te das cuenta de que los versos más tristes nunca se escriben de noche. Cada vez que vea un corazón, le dibujaré una flecha. 

No, no me imagino ya, a estas alturas, una mañana sin Rino Gaetano. Ni sin más noches locas(quísimas) que me dejen sin oyuelos en mis pecosas mejillas. Ni sin ti. Y eso, como todo a lo que se suba con billete, me asusta.