Pasa el tiempo: los años, los meses y los días. Y todo sigue igual. Me creció el pelo, tras la última rabieta me rapé la cabeza. Y te siguí pareciendo sexy aunque en mi vida haya sido capaz de aprender alemán. Pero he aprendido a llevarme bien con los escarabajos, no nos entendemos. Ya se han caído las hojas de los árboles y me he hecho un paraguas con ellas a juego con mi chaquetón marrón de lana de las tardes de invierno.
Una vida muy corta ha pasado, y lo peor es que ya no nos hace ilusión, tan solo vivimos deseando que el hoy se convierta en mañana y escapar de ella algún día. Y abro los ojos y ante mí, Dios se presenta con las manos abiertas pidiendo clemencia en el techo. Días de lluvia, observando cómo las gotitas a tropel destrozan las cosechas y me destrozan las botas verdes que ya están llenas de barro -sin que Él con sus manos pueda cubrir y proteger los campos que él mismo creó-. Si Dios ya no controla la lluvia ni los horarios de los aviones... cómo voy a poder contener yo las lágrimas? Soy atea -me repito- no estamos tan lejos... y de nuevo vuelvo a odiar todas las palabras que empiezan por R -mierda!-. Soy yo la culpable, sí, no lo niego, yo misma me acuso. Soy atea y no me cagaré más en Dios por ésto.
Unos por mucho, otros por tan poco. Unos se aman, otros se aborrecen. Unos lloran, otros se ríen, o lo hacen al mismo tiempo. Unos juegan y cantan, otros ya descansan. Algunos dicen que sí y se alegran, otros dicen que no y se lamentan. Otros no dicen nada. Y de pronto todo cambia, todos se asombran por una causa común. Se desvanecen las ilusiones en nuestros egos y necesitamos darles las vuelta sacándolos fuera a pasear de la manera más violenta, expresar nuestro cansancio, cambiarles la pila o girarlos como si fuesen relojes de arena, quién sabe. Y un Adiós remata la desilusión y la destruye. Un "Hasta pronto" que, sin saber cómo, vuelve a acompañarse de otro "lo siento" que sale de mi boca. Y todo vuelve a empezar de nuevo.
Y cuando todos creemos que todo estaba perdido, renace de nuevo la esperanza con un "Hola" que rompe el hielo. Ya era hora... bueno, al menos aprendí a hacer la poda de los rosales y a no perderme en los aeropuertos... A partir, de hoy, como el resto de humanos, viviremos en el sofá del comedor y no en las salas de espera. Lo prometo.
Y volveré a vestirme con vaqueros, samarretas limpias y zapatos nuevos.
O no.
Hola, granollerense. Mejoras día a día, sin duda. Son relatos autobiográficos? Si lo son tienes una vida muy intensa, de verdad. Tres cosas: 1-Si encuentras una tienda de inspiración a buen precio me lo dices. 2-Me encantan las orquídeas. Para mí es la flor de las flores. No tiene competencia. 3-Odio los escarabajos. Y me dirás, Y a mí que me importa lo que te gusta y lo que no te gusta?
ResponderEliminarMe encanta que me hagas esta pregunta. Así puedo decir, si te ha molestado... Lo siento! O mejor un hola, que las disculpas no te gustan... Las guardas en el armario de las cremas.
Un saludo 'De Medietate Lunae'. Me gusta como escribes. Puedo llamarte de alguna manera más fácil? Hasta la próxima.
Bueno, bueno, yo soy más de Lady Dubidubi... (aunque ya no haya poemas hospitalarios...), me medio crié con ella... jeje. Pero sí, me gusta leerte en todos los bandos, para eso estamos!
ResponderEliminarBesitos y abrazones...
Va ser molt divertit, molt poètic, molt lliberador i molt tendre... com a directora no serveix, per això... però jo recomano a tothom que es despulli amb ella! Jajajajaja, en tots els sentits. I com que no et paga et convida a un parell de birres passant fred asseguts sobre el terre congelat... què carina...
ResponderEliminarA ver si ahora te vas a parecer al Tunik!!!
Miles de besitos...
(Xavi, jo, baja...)