martes, 14 de febrero de 2012

Cómo una mujer debería ser feliz ( mortacci tua!)

Entiendo, por cómo digiero las cenas románticas, que el secreto de la madurez es tener la boca cerrada, decir que sí con la cabeza y fregarte los trapos sucios después de cada fracaso, sin excepción ni blanqueador. Da igual si el jabón es dermoabrasivo o no, da igual a qué pruebas te someta el amor. Lo realmente importante es aparecer siempre junto a la cama con el peinado perfecto, y haciendo lo que puedas para esconder los pelitos de las piernas.
Son sorprendentes todas las cosas sobre sexo que aprendes cuando te sientes como Bob Esponja. Y site pica te rascas, eso sí, con mucho estilo y sin hacer demasiado ruído.
Los días de luna llena me doy cuenta de que ya no guardo las lágrimas de invierno en floreros en los que poner violetas de primavera. Ahora engordo y leo libros de Zafón para que toda mi creatividad se resuma a un título de carrera que queda muy bien enmarcada en la pared pero que nadie mira ni cita por si acaso renazco. Tampoco puedo decir que me sienta sola, tengo una mesa sucia , humedades en las paredes de mi yo interior y una amplia biblioteca a la que dedico mis mejores intenciones quitándole el polvo, de vez en cuando.
Negaré siempre que ésta es la manera en la que representa que como mujer debería ser feliz.