sábado, 22 de octubre de 2022

Sobre nuestra jodida cáscara de nuez (Su questo fango crescerano il basilico e pure la rucula)

 

Tienes la capacidad de darle la vuelta al mundo con un chas, con la fuerza de un huracán.

Me electriza, me hechiza, me prenda. Me remueve todo lo que hay dentro con el simple roce de su dedo sobre mi piel.

Tocas el cielo cuando pones un dedo sobre un cuerpo humano, dijo Novalis, recuerdas?

La guía astral es para los indecisos, nosotros nos guiamos con la dirección de las gotas de lluvia. La intensidad de la tormenta y la indiscreción del rincón serán los que nos obliguen a reconfigurar la ruta.

La cantidad de vaho creado será el responsable de la madurez del nardo, de la rigidez del dedo o de la temperatura del agua del charco en el que Hylas se ahogó atraído por las preciosas ninfas.

Tócame -le dije-.

Su habitación es otro cuerpo, madera que exuda, una vitrina.

El ascenso espiritual a través del beso. Que no te mientan los resabidos. Entremos y demos ya el divino portazo. Hay que echar ya a todo el mundo de esta cama o pedirles de buenas maneras que se desnuden y se unan a la fiesta.

Mi ángulo de 90 grados. Pathos, Ethos y Logos toditos en nuestro anhelo, en el fascinante temblor de piernas que todos juntos me provocan.

Agárrame fuerte la melena justo en el momento en que tu maremoto provoque mi tsunami y todo se llene de barro.

En ese barro crecerán la rúcula y la albahaca.

Donde hay saliva hay vorágine, bulto redondo, ojos centrados en un punto cardinal, espasmos. Cómo me reconforta la humedad, la germinación del musgo. Con la cabeza agarrada desciendes por el seno hasta la suite y me preparas un vermut doble y seco.

Te lo entrego todo y te lo sirvo en bandeja.

Que empiece ya la fiesta gitana de fogatas y antorchas. Come, bebe, gime; dile a quien sea que esta noche no volverás a casa.

Los lunares. Los dos rombos. El tralará.

Hay una fuente niña que la llaman del amor -le susurré con la cabeza inclinada hacia atrás y con la cintura sujetada por sus manos- donde bailan los luceros y la luna con el sol.

Te has ganado el quesito sonrosado.

Y justo en ese momento me mira fijamente y con asombro. Lo sé, no sabe qué hacer conmigo, dónde meterme ni qué contar sobre mi. Que le respiro la ternura y disfruto de su atardecer como nunca nadie antes lo había hecho. Que quepo enterita en su entrecejo y le libero del malpensar. Que le amo feroz.

Que le miro como quien visita un museo.

Y él suspira hondo
y al exhalar crea torbellinos
que arremolinan cuerpos extáticos.

Le gusta observarme cuando celebro en el templo el ritual del clímax y me desparramo por todos los altares del amor. Observa plácidamente toda la sensualidad del mundo contenida de golpe en estos dos cuerpos nuestros ya vacíos y etéreos que se buscan las manos.

La maravillosa oscilación de los biorritmos nos salpica con violencia en los labios.

No dormiremos más como náufragos tras este temporal. Si nos mecimos en la misma ventisca, jamás nos abandonará el viento y navegaremos desesperadamente por



este eterno revuelo del chas extasiado
de dedos que hacen nudos,

verbenas prodigiosas
en espirales insaciables

en las que orbitan dos cuerpos ingrávidos
sobre una cáscara de nuez*

* Referencia a la Pintura Die Windsbraut (El Huracán) o La Novia del Viento de Kokoshka.

domingo, 16 de octubre de 2022

sábado, 15 de octubre de 2022

- Vas a flipar conmigo, chaval ( E che vuoi che ti dica? Che sono in canna? Che questo non è un poema? Boh!)





Daban por hecho que yo era flor,
beurem xarrupets de colors.
hembra de menstruación corta,
La mujer que cuando besa, besa de verdad.

Pero de ti ya no puedo:
rinoceronte blanco
del hombro mordido
y vulva ensalivada
ya tierna.

En plena crisis existencial -me dijo-
isla remota.

Sabes que yo soy ímpetu,
mujer álamo o a veces roble,
de las que se dejan la corteza
y siempre ofrecen la miel.

Con la mejilla apoyada en su pecho,
irritación dérmica,
chica enamorada,
dio igual,
me atrapó el huracán de Virgo.
Zu, zu, atrapatu arte

Me daba mechón ensortijado,
revolución de trastienda,
carne -y qué carne-
suave como melocotón.

Sería la chica maja,
seguro que mi amiga te tiraría la caña
o fruta tierna
= llanto en el autobús mientras
the love grows under my umbrella.

Si me das a elegir, me quedo contigo,
impaciente,
imprudente,
imperecedera.

Paquete de tabaco para compartir:
tú y yo
en la parte trasera de un coche,
con los mirones,
con todos
The Specials,
me excitas,
porfa.

Hembra leona.
La luna en Venus.
El signo descendente.
Hola, linda.
El cuarto eclipse de sol.
Hoy te la meto hasta el mismo corazón. 

Me daba valor
y se lo devolví más fuerte:
incendios forestales,
baño turco,
A.C.A.B,
taracea medieval.
All my loving I will send to you.

Ante todo hecho trascendental
soy azúcar,
esa tía,

concha de ostra,
arte experimental,
Pandora
al final de la Avenida.

Con cien cañones por banda atacas a mi lengua
y con qué devoción!

Con toda esa ciudad sobre mi espalda:
Busto de estuco.
Palazzo Spada.
Dee Dee Ramone,
Hey little girl, I wanna be your boyfriend.
Sweet, little girl...

gotea
la melena
y llueve
y resbala
el pantalón.
E levati i pantaloni che voglio fare l'amore, lo voglio fare con te...

Divine song,
(la que siempre va sola por BCN buscando follón):
la explosión de la mano dulce,
ombligo relicario,
cremallera —> ojal —> botón.

Te amo,
fricción de la mano,
fuck you
Revolución.
Mmmmmmm largo.
Sáltate otro semáforo.
fuck them all but us.

Te sacrifico,
te inmaculo,
Te necesito para llegar
trump trump trump
 

Te doy alojo.
Te pongo rojo.
 
Te pongo yo.

Goce metahumano,
vas a flipar
ese pedazo de onda
cuerpo elíseos,
café de gasolinera,
pizzicata,
overdose de oxitocina,
intolerancia a los sulfitos,
bolígrafo azul.
Mierda de ciudad.

– Vas a flipar conmigo, chaval.


* Nos hemos divertido mucho escribiéndolo, interpretándolo y dándole todo nuestro flow. Projecte greco-català d'Octubre de 2022. Gràcies! * Las cursivas se cantan o se hace lo que se puede con ellas. 

---> The PLAYLIST: Kimi Portet, La Rambla; Negu Gorriak, Atrapa tu arte; Los Chunguitos, Me quedo contigo; The Specials, Gangster; Último resorte, Me excitas; Extremoduro, Hoy te la meto hasta las orejas; Los Manolos, All my loving; José de Espronceda, Canción del Pirata; Ramones, I wanna be your boyfriend; Brunori Sas, Teleromanzo, The Divine Comedy, Perfect lovesong (mejor un live, palabrita!)Pastora, Lola; Lily Allen, Fuck you; Watermelon Song de Dinner in America; Toy Dolls, Nelly the ElephantLes Biscuits Sales, ese pedazo de onda. Kortatu, Mierda de ciudad. 

* Això no és un poema! Es una cancioncilla veloz! Y se lee muy rápido, como poseídos por un arrebato de pasión, capisci? ;) 

martes, 16 de febrero de 2021

en la mesa de una osteria (Riflessioni disconesse, appuntini sulla città, Part II)



1.- 

Anaranjados, como tus rizos cuando caminamos bajo las farolas del Lungotevere, como si nos hubiéramos lamido con las lenguas de los cientos de gatos que moran en Trastevere.

Así, cada uno a un lado del Ponte Rotto, cada uno en un fondo del estadio, nos dejamos llevar por el chilosá de cuando se te ha contagiado, desde los dedos, el mármol.

Asombrada de dolce vita, como cuando vi por primera vez el Pantheon y los Virtuosi nos invitaron a pasar.

Que a ti te gustaría verme siempre bajo la lluvia de pétalos rojos y regalando pannettoni a los niños, lo sé. Desnudándome como tú desnudas a tu ciudad a los turistas. Tirando las ánforas que te sobran al río y dejando rastros de colillas.

El día que nos conocimos, abrimos la Puerta Regia de otro coche destartalado.

Porque en esta ciudad, el invierno no es pequeño y se estira y hace tanto frío que siempre quieres entrar. Donde y como sea. 

Hoy, parecemos viejos amigos del final de los 20. Hoy, en mi cama sólo queda un hoyo en el que tiritan los campanarios y las estatuas teñidas de tramonto anaranjado y que lloran grattachecca. Dos restos de travertino esculpido que se blanquean al llegar el monzón u otro nubifragio.

Arrastras tres millones de piedras desde tus orígenes, nos brotan monumentos de los pies en cada cumpleaños eterno.

3000 años después, las hormonas todavía se arremolinan alrededor de las tubas y de las cítaras.

Dejaremos el último grito para la despedida, justo a la hora de la espuma blanca y de las tarantellas.

2.-

La noche siempre llega repletita de dacios y de partos, de puntos de fuga, de barcos que regresan de Ítaca cuyos marineros atracan en Ripetta, deseosos de gula y de vino de la casa muy peleón. De impazziti, inconoscenti y de pirómanos. El maravilloso canto de las náyades de Piazza Repubblica promete inolvidables fastos.

Los obeliscos del Vaticano pidiendo guerra. Señálame el camino desde la azotea de tu mole, que no es cierto, los ángeles no tienen barba ni usan slips en ese momento de la noche en el que los carabinieri se esfuerzan a consciencia en vetar las conversaciones medio eróticas entre todos los amantes que tontean en los escalones de Piazza Spagna.

Deambulan, también hoy, más noctámbulos como nosotros por San Lorenzo. Se levantarán siempre paredes en las que podamos escribir “Pure io ho scopato qui, con te” frente al Cimitero de Verano. En las que podamos besarnos o fumarnos un cigarro esperando el bus. 

La mañana hará que se le achinen los ojos también a las madonnelle de Triunfale. Dónde está ahora la diosa que se acaricia un hombro? La orgía? La serpiente de Esculapio? Cuando los hombres son efímeros, son nombres, cartelas de cuadros. Y alzan sus cuellos tan largos como la columna de Focas.

De noche, las columnas de esta ciudad fueron como estambres que fecundan a las chicas que aún bailan en las azoteas y enseñan los pechos a Selene. Por la mañana, relucen como bosques de piedra o dedos que se alzan hasta el sol, hasta el óculo del techo, hasta las cruces de la Tiburtina. Y crecen hacia el cielo en forma de torres intimidantes en la periferia.

Escucho a los cangrejos del Foro haciendo repicar sus tambores por las cunicole de Roma mientras te espero. Como si todos los santos de la Colonnata bailasen juntitos en un after  sacro, como gogós divinas que mueven sus caderas praxiterianas desde las cornisas. Las de los nichos, también. También los esqueletos del Muro Torto, siguiendo el ritmo que les manda el dedazo de Constantino. Los atletas de piedra del Olimpionico mueven sus pelvis hacia adelante y hacia atrás imitando a los Village People. No es ningún secreto que las de los cachas de Foro Italico son, en realidad, goliardos desvergonzados.

Juego con los mininos de Argentina, como quien juega con sus alborotos de dentro. Con la misma devoción y desconfianza. En un rincón de la Merulana, mientras Galieno recrea, con orgullo, procesiones de presos con los turistas rezagados enternecidos con sus ronroneos italianos, comemos carbonara y también cae algún Peroncino

3.- 

No te aseguro que tu nombre quede grabado para siempre en epígrafe monumental, pero sí sobre la mesa de una osteria de Monti. Es que te creía más de Baco dei castelli y no tan Príapo del de cuando se va de juerga por la Suburra. Más de los que rumian largo y tendido sobre qué desearán en el brindis que rompa el hielo de los portales de la Salaria para que comience por fin la algarabía. Cuando te vi leyendo a Catulo en el Celio, quise meterme enterita en tu libro para que se me calentasen las manitas con tus ojos anaranjados; asomarme a tu ventana como quien se asoma al mirador del Foro y sólo ve los lupanares y las tabernas. La nostalgia se te estampa en los codos cuando te asomas a esa ventana: Piazza Cratti, la Tenuta dei Massimi, Via Torino. La literatura de los cuerpos helenísticos. Desde ese huequito vacío que dejas en tu cuarto para que las extranjeras como yo lo ocupen de vez en cuando soltándose los rizos.

Él no, él puede dormir alargándole los travesaños al crucifijo. Suspirando 

Con él se puede pasar otra noche en un hotel de Via Marsala. 

Al dandy pariolino; al de los Wranglers de los 90, tampoco; yo siempre acababa de cara a la pared con el comunista cerca de Villa Ada, aunque me cayese muy lejos. (Sé mi Jack Sparrow, mi currante pobretón que libra el lunes y se hace la barba con jabón que huele a menta. Ese al que le cabe el mundo en la solapa de su abrigo largo de pana). Su lengua, me enloquece. Su estuco. Su tinta roja. Las antigüedades de Portaportese, las de las 7 de la mañana, que reviven a diario sobre su escritorio de la Sapienza.

Yo, por él, tiraría mis dos mejores monedas en la fuente y dejaría de decir tacos dentro del pomerium. Yo, por él, sería tan ácida como il Pasquino. Yo, por él, me confesaría en Santa Maria di Monserrato, como lo hacía Rafael Alberti, los sábados.  

4.-

Caravaggio se cargó a hostias al dj que vivía en Piazza del Popolo. Bernini, envidioso, no vivía muy lejos pero se lo agradeció. Borromini le negó un caffè al Bernini y pobre Miguel Ángel, que no vio nada. Tiziano y el Domenicchino. Giulio Romano también era muy tímido. Los florentinos enterrados en Via Giulia porque Giulia era muy bella -dijeron Lena y la Fornarina- y bastante rica. Dicen que el fantasma de Beatrice Cenci se pasea orgulloso por ponte Sant'Angelo porque en vida jamás le dejaron salir sola de noche. Rubens, cuidado, ya lo advirtió: el Parrasio se inunda. La lluvia de Roma se cargó el jardín amurallado. Las Sabinas, hartas de pugnas entre hombres y entre artistas, cortan el bacalao en la Pace, a buen resguardo. Las Musas se empoderan e iluminan el canto de Margarita de Suecia y se citan en Palazzo Farnese para montarse alguna orgía juntas. Cástor y Pólux, reptando la Cordonata, en honor a Leda, alimentan el orgullo de caput mundi, flanqueados por dos dragones.

5.- 

Es tan antigua la hospitalidad romana, que hoy no se come carne ni se cena. Tan vieja que se afeita las piernas con cuchilla y prefiere que piques al timbre en vez de que le avises con una perdida. En esta ciudad vieja, las caricias caen como petalitos de azahar desde el Aventino y todavía, aún hoy, te espía desde el agujerito de las cerraduras. Su piel blanca de antaño es tan blanca hoy como las paredes de Santa Maria Maggiore en pleno Agosto, cuando nieva.

Se persigna los viernes y escucha el sermón de los domingos con las orejas gachas, crucificada como un cabezal de cama en un hostal para peregrinos. Silenciosa como un convento de las oblatas de Santa Francesca. Ocasionalmente, también es ciudad de ardientes Trivios dérmicos. Y de algún cuadrivio idealizado con las virtudes clásicas. Esquilina y de borgo. Bucatina y de borgata, Pisana y Garbatella, altanera desde el Zodíaco. Casilina y trasteverina y suburbana. Te mira jeroglífica desde los perfiles de las lobas, de las zorras, las gatas y de las perras, siempre en dirección hacia el río y el mar. Sus hijos son los muertecitos que bailan por las avenidas umbertinas, en las discotecas clandestinas y los que vuelven a casa jurándose amor desde un notturno cogido en Porta Maggiore, dejando que Eros o Atenea les cubran los pechos con mantitas de Dolce & Gabbana o Valentino. 

6.- Conclusión: 

El runrún de Roma siempre dará pena. 

Roma es la única ciudad que nace de una teta. 

Roma se ríe en la puta cara de Stendhal. 

La romanità si allunga más allá del GRA.



viernes, 17 de abril de 2020

miércoles, 5 de febrero de 2020

I clava-hi el bastó (Invocazione arcadiana basica)



Vine a mi amb vestit d’amant blanc i de caixmir.

Amb supèrbia.

Cada cop que l’ànima se’m sobresalti dins d’una mirada glauca

que s’adelita, amb gemecs tous, de la meva indòcil exuberància.

Vine i porta’t amb tu el mar

quan les sirenes s’engresquin amb el cant libidinós

i les siringues xerrotejin sobre les platges

abans de la posta de sol.

Romanc, t’escolto i pateixo

les xuclades dels egòlatres al coll,

esgotada d’abraçades pseudocultes,

i m’obro al so intempestiu de la teva plaent impudícia.

Que segur que la teva cuixa és carnosa i aspre

i amb la teva força aconsegueixes que reculin els pretendents

i s’apartin del meu llit tots els deus

mentres cuso poemes.

Em salvaré silvant el teu corn cru,

dedicant-te libacions trèmules de vespre

o ballant el ritme carnal de l’agradosa flauta.

Vine corrent sobre les roques i clava-hi el bastó

just en el moment en què les mènades destrossen el jaç

i esquarteren al teu nen primogènit

entre els eucaliptus.

Vine ja. Afanya’t, de pressa.

Que la vida no s’entèn a si mateixa sense l’esclat,

sense empatxar-se de saliva meva,

sense enrogir-se l’epidermis fent repicar els tambors lliures de l’amor,

sense triangles coricians

ni llunes que acariciïn nivis vellocins.

Estirem les nits groguenques,

fins a transformar-les en la part més obscura del cos.

Recordem-les amb verbs eròtics,

amb danses orgiàstiques,

si us plau,

amb el cos lluent d’Erató tocant la cítara,

que vaig perdent muses i lletres,

i deixo rastres de fulles seques

cada cop que Bòreas bufa sobre els boscos de pins.

Ets avui un dels (meus) somnis que em suporten l’obscenitat

continguda i ancestral:

Zeus i Hera copulant durant 300 anys,

el déu Pan arrecerat per espiar a les nimfes,

la divinitat més erecte de la Tríada.



* 365ideesessentiels. Escrit i interpretat per mi al Casal, durant un pique creatiu molt divertit i espiritual. Del 2019. 

miércoles, 29 de mayo de 2019

Invítame a un piti (Riflessioni sui ricordi del divano)


Conjuro ¡chas! de la talla 40 años en la hembra higuera, reproduciéndose en la esterilidad del monte raso. La completan el lápiz y el pasamontañas, el tanga verde de esos viernes. Gesto, germino, incubo, el deseo hechicero. 
Si tengo que imaginar, también me lo invento y lo revivo: el dedo goteante, el momento exacto, la situación idónea. El encuentro de aquel día. El sopetón de trepar un árbol que vive al margen.
En mi mente, soy libre para disfrutar de ti como quiera: te ofrezco mi cuerpo como fuente de placer. Te ofrezco todo mi placer como fuente de placer. Te ofrezco mi tronco entero y mis frutos esponjosos y mi leña.
Se me antoja el palo, la sombra del huerto bajo, el roce de un labio sobre un pezón erizado cual amazona tensando un arco de madera deliciosa y dulce. Como si tuviese la capacidad de seducir a cualquiera con mi sombra húmeda. De me muero y te muero de generosidad sicalíptica. Al pornofílico que ande despistado buscando combustible, que arda en su templo rupestre. Al puto lobo. A Martin Fieldman. Maldito fuego. Malditas las hojas sanadoras. Malditos todos.
No me dejes sola entre la ropa y la carne con los labios vacíos una vez que ya te has pringado la cara descubierta de jarabe de higos y albacoras. 
Entonces no. 

(...)

Con la furia del vello del sobaco. Dragones en los brazos escupen llamas sobre mi cabeza sostenida en el aire. Un instinto muy delgado de babosa que goza. Te dije invítame a un piti y, de golpe llegó el verano mientras te movías por mis nudos con un vaivén en el que me reconozco lúbrica y jugosa. 
Tierna de brusquedad y medio descalza, como un bucráneo muy pulido que se decora con neulas como si hoy también fuese una navidad barcelonesa o hundir la mano en el cabello desde la nuca, tirando de él solo un poco. 
Siluetas de cuerpos vibrantes se proyectan sobre la pared como sombras chinescas: un águila, un barco de vela, dos canes, Ganesha.
A la mierda todo. Los libros ya maduros antes de caer del árbol. Los catalanes hacen cosas. El bel canto del deleite carnal. La lengua tan tan gorda. Las tribus urbanas que despedazan cascos de botellas con los pies flexionados, en mi calle. 
Apuesto por el monolito grueso que levanta polvo al alzarse y al que intenta engullir una tavera nocturna. Por el edificio brutal que sube y baja el arredo de sus inquilinos accionando la polea. Por el amante que susurra los signos aritméticos sobre una ingle inmaculada. Chupar las colas de las gambas del Ku Bac y oler mucho a tortuga verde de río después de celebrar la cuadragésima eucaristía. Por la agudeza de dos seres altoparlantes que se sostienen por las costillas el uno al otro y respiran y rechinan con violencia fónica. 
Por los aluviones de ideas inundándonos lo más interno de los genitales hasta que nos rebosen por dentro y ¡chas! salgan con la creatividad líquida que se merecen.  

No seremos nada hasta que renunciemos a las metáforas forestales y a la monotemática del texto.